En 2013, elegí estudiar la Licenciatura en Hotelería y Turismo, sin tener del todo claro de qué iba la carrera. Solo sabía una cosa: quería viajar por el mundo. A mis 17 años, esa era mi certeza. Y, estudiar una carrera con salida internacional, me pareció el mejor primer paso, siendo uno de los medios para viajar e interactuar con personas de todo el mundo, los cruceros.
Cómo descubrí los cruceros
Recuerdo que, en una de las primeras clases de “Introducción a la hotelería”, aprendimos sobre los distintos tipos de alojamientos: hoteles boutique, moteles, resorts. Y, en un momento, la docente mencionó los cruceros. Dijo algo que me marcó para siempre: “Un crucero no es nada más ni nada menos que un hotel flotante”. Esa frase despertó algo en mí. El tema me fascinó tanto que empecé a soñar con trabajar en uno.
Con el tiempo, envié muchísimos CVs para trabajar en distintas navieras, aunque no fui seleccionada. Mi nivel de inglés era aún muy básico. Luego de vivir en Estados Unidos y mejorar muchísimo mi idioma, volví a intentarlo: me entrevisté con Royal Caribbean y otras compañías. Pero llegó la pandemia… y otra vez, ese sueño quedó en pausa.
Hoy, la vida me pone del otro lado: no trabajo en los barcos, ¡pero comencé a vender cruceros! Y me encanta.
Porque una experiencia en un crucero lo tiene TODO
Gastronomía de primer nivel
Shows, música y entretenimiento
Paradas en múltiples destinos
Espacios para relajarte
Actividades para todas las edades
Opciones para todos los estilos de viaje: pet friendly, cruceros para solteros, escapadas románticas, aventuras familiares, cruceros gay friendly y mucho más.
Si alguna vez soñaste con vivir la experiencia de un crucero o querés repetirla de una forma nueva y especial, este espacio es para vos. Yo me encargo de ayudarte a encontrar el crucero ideal para vos, tu presupuesto y tus sueños.
Tu próxima aventura puede comenzar en altamar. ¿Nos subimos juntos?
