Dicen que hay lugares en la Tierra que vibran diferente. Espacios donde la energía fluye con fuerza, donde el alma se conecta con algo más grande.
Maui, en Hawái, es uno de esos puntos sagrados. Muchos la reconocen como el corazón energético del planeta, un centro de renovación, sanación y despertar espiritual.
🌺 Su tierra volcánica, su mar profundo y sus cielos infinitos parecen recordarte que estás viva, que estás aquí para algo más.
Hace unos años tuve la fortuna de cumplir mi sueño de conocer esta mágica isla, la segunda isla más grande del archipiélago y uno de los lugares más turísticos del mundo.
Hawaii tiene paisajes paradisíacos, una enorme diversidad natural y una cultura muy particular, siendo el lugar de origen del surf, que luego se extendió al resto del mundo.
En este artículo te quiero compartir varios de los hermosos lugares que yo pude visitar y que espero que vos también tengas la posibilidad de conocer algún día.
Camino a Hana
El Camino a Hana es una popular ruta turística de 100 km de largo. A pesar de parecer un trayecto corto que tranquilamente se podría hacer en una hora y media sin ir muy rápido, esos 100 km son engañosos. La ruta es muy serpenteante, bordea la costa, atraviesa fragmentos de jungla y cruza por más de 50 puentes, de los cuales la mayoría son muy estrechos y solo cuentan con un carril. Más que un viaje para llegar al pueblo de Hana, es una travesía a la que fácilmente se le puede dedicar un día entero si tu intención es estar en contacto con la naturaleza hawaiana.
La ruta parte desde la ciudad de Kahului (donde se encuentra el principal aeropuerto de la isla), y puede hacerse en un auto particular o reservando un lugar en minibuses que salen regularmente. Actualmente, con el restablecimiento de la actividad turística tras la pandemia, el gobierno recomienda usar los minibuses en lugar de autos personales para no sobrecargar la ruta.
Este es uno de los paseos naturales más hermosos del mundo, y te juro que vale la pena reservar un día de tu viaje para hacerlo.

Parque Nacional Haleakalā
Este parque fue uno de mis paseos favoritos durante mi estadía. El parque es hogar del monte Haleakalā, un volcán que lleva dormido unos 3500 años y que es el punto más alto de la isla, con una altura de 3055m.
Sin duda una de las experiencias más impactantes que tuve fue estar en esa cima viendo las nubes formar un mar que cubría toda la tierra, y como el sol del alba se reflejaba sobre ellas. Si hay una actividad de toda esta lista que definitivamente no te podés perder, es una de esas excursiones para ver el amanecer en la cima del Haleakalā.
El resto del parque también es hermoso, lleno de flora y fauna autóctona, y toda una sección de bosque con árboles extranjeros.

Playa de Kaanapali
Esta playa de 5km de arena blanca y aguas cristalinas es el lugar perfecto para nadar, practicar snorkel o solamente relajarte en la arena. También podés pasear en bote, surfear, lanzarte en tirolesa u observar la diversidad natural de la zona, incluidas las tortugas verdes.
La mayor atracción de la playa es la ceremonia de clavados que se hace todos los días al atardecer desde el extremo norte de la playa conocido como Puu Kekaa, que tiene gran significación histórica y cultural.

Playa Paia
La playa de Paia, ubicada en la costa norte de la isla de Maui, es un destino popular por su ambiente relajado, olas perfectas para el surf y su cercanía al encantador pueblo bohemio de Paia. Rodeada de vegetación tropical, y hermosísimas tortugas, esta playa es ideal para quienes buscan disfrutar del mar en un entorno más auténtico y menos turístico, con atardeceres increíbles y una vibra local muy especial.

Además de la magia de esta hermosa playa, lo lindo comenzaba cada viernes al atardecer, cuando sucedían las noches de “drum circle” (círculo de tambores), desde las 17:00 hasta las 23:00hs ofreciendo una experiencia única de tambores, danza y espectáculos de fuego.

Iao Valley – Valle de Iao
Es un parque estatal ubicado en el centro de Maui, famoso por su exuberante vegetación tropical, paisajes montañosos y la icónica formación rocosa conocida como la Iao Needle, una aguja de basalto de 370 metros. Este valle sagrado fue escenario de importantes batallas hawaianas y es considerado un lugar espiritual por los nativos. Es ideal para caminatas cortas, vistas panorámicas y aprender sobre la historia y cultura de Hawái.
Este lugar sagrado, en el que podes sentir su mágica energía con solo poner un pie allí, quedaba muy cerca del hospedaje en el cual vivía, por lo que las mañanas de yoga en este lugar, eran algo bastante comunes. Lo recomiendo como un lugar para conectar con uno mismo, para sentarse en un piedra a meditar, respirar, escuchar el sonido de la naturaleza y simplemente dejarse sorprender por la mística de este ambiente lleno de historia.

Luau tradicional hawaiano
Ningún artículo sobre viajes a Hawaii puede estar completo sin mencionar los luaus. El luau es un tradicional banquete creado por el rey Kamehameha II en el que se sirven comidas tradicionales y se acompaña con música en vivo y baile de hula. Entre los múltiples platos típicos que se sirven, el más destacado es el kālua puaʻa, un cerdo entero que se cocina lentamente y es una de las piezas centrales de la fiesta. Si te interesa sumergirte en la cultura hawaiana, probar su comida típica y bailar el hula, no podés faltar a un luau.
No te voy a mentir, es una actividad costosa (los precios suelen rondar los U$D200 por persona), pero realmente vale la pena. La mayoría de los luaus duran entre 2.5 y 3.5 horas e incluyen cena buffet, barra libre y espectáculos culturales.


Para mi, Hawai fue un destino mágico, que me robó el corazon.
Desde sus playas paradísiacas, su comunidad amorosa, sus actividades, su forma de vivir, hasta sus tiempos… Todo, absolutamente todo, ¡lo convierten en un lugar de ensueño! Magia, armonía, paisajes impresionantes, historia, cultura, comida deliciosa, gente amorosa, diversión, baile, surf, naturaleza, playas de arena rojas, playas de arena negra y mucho más.
He estado allí por casi 6 meses, y cuando me tomé el avión para dejar la isla, lloré con un dolor desgarrador. En Maui, fui tremendamente feliz, viviendo experiencias únicas y especiales que siempre llevaré en mi corazón, conocí a personas increíbles y forjé amistades valiosas que me marcaron para siempre.
Es un destino que conozco, que recomiendo, y al que, sin dudas, regresaré.























